Las revisiones periódicas de mantenimiento son necesarias y recomendables para garantizar una conducción segura y evitar averías que pueden resultar costosas y se pueden prevenir.
Por eso, los profesionales de la reparación recomiendan revisar el coche y hacer una puesta a punto como mínimo una vez al año o cada 15.000 kilómetros recorridos.
¿Cuáles son los componentes que más se sustituyen en estas operaciones de mantenimiento?, estudios realizados durante varios años ha dado paso a la publicación de un artículo en el que expone las piezas que son más susceptibles de ser cambiadas.
Las bajas temperaturas propias del invierno obligan al coche a tener que invertir más energía para funcionar. Esto puede generar un sobre-esfuerzo de algunos elementos, como, por ejemplo, la batería, que sufre mucho con el frío.
Las luces traseras (freno y marcha atrás) y los faros delanteros son otras de las piezas que más se cambian en las revisiones.
Los impactos de pequeñas piedras en el parabrisas pueden generar grietas y roturas, por lo que este es otro de los elementos que más atención recibe en el taller.
El tiempo y el uso desgastan los discos de frenos. La mayoría de los conductores suelen concederle importancia cuando al pisar el freno el ruido es considerable. Sin embargo cuanto mayor es el sonido, más costosa será la reparación.
Además de estas piezas, el “top ten” de componentes que se sustituyen en las revisiones lo completan el indicador de presión de los neumáticos, las bujías, el mando de las llaves, los fusibles y los tiradores de las puertas.